CP&T Lovers : Roberto Hunter

Soy cliente de Cueropapelytijera desde el año 2013. Lo recuerdo por dos motivos; primero porque en ese año recuerdo ver una foto en Pinterest de un bolso que me encantaba pero que imaginaba con unos ajustes personales, sabía de esta marca y me acerqué a ellos con la intención de que produjeran mi idea. ¡El resultado fue increíble!

Hoy conservo este bolso y en su etiqueta se estampa el año en que fue producido. Por eso siempre sé que desde el 2013, soy cliente y fan de cueropapelytijera.

Como consultor en marketing e innovación me apasiona seguir canales de YouTube y perfiles en Instagram de especialistas en moda. Me gusta estar al tanto de las tendencias y entender sus propuestas de color y estilo llevándolo a mi vida cotidiana a través de prendas de vestir, accesorios y objetos de uso cotidiano que reflejan mi identidad, mi gusto por el diseño y los procesos artesanales.

Mis bolsos personalizados y los productos que he adquirido en Cueropapelytijera a lo largo de estos años son un ejemplo de esto. Cada uno guarda una historia personal, cumplen con una necesidad específica, me hacen sentir cómodo y reflejan el pasar de los años, algo que solo es posible con un producto de calidad.

Tengo fajas, bolsos, estuche para laptop, clutch bags. Algunos son parte del inventario regular que maneja la marca, otros son adaptaciones y también tengo diseños únicos y exclusivos que junto a la diseñadora Sofia Protti he podido encargar y pedir a mi antojo.

Uno de mis favoritos ha sido este tote bag que uso a diario y con muchos propósitos. Es un diseño que combina dos materiales, el cuero miel y una tela de estampado militar que yo tenía. El resultado fue justo lo que quería y ahora es una pieza que llevo a todos lados y de la que siempre recibo comentarios y halagos. 

Las posibilidades de crear piezas personalizadas son infinitas. Para los amantes del diseño y los productos artesanales como yo, Cueropapelytijera siempre será el lugar donde puedo convertir todas mis ideas de producto en una realidad y además presumir de que ¡están hechas en Costa Rica!